martes, 28 de abril de 2009
viernes, 24 de abril de 2009
viernes, 10 de abril de 2009
Feliz Pascua 2009
Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino. La promesa de Cristo no es solamente una realidad esperada, sino una verdadera presencia.
Benedicto XVI
Decimos lo que debería ser, o lo que falta, pero «no partimos de la afirmación de que Cristo ha vencido». Que Cristo ha vencido, que ha resucitado, significa que el sentido de mi vida y del mundo está ya presente, y que el tiempo es la obra profunda y misteriosa de Su manifestación.
Luigi Giussani
COMUNIÓN Y LIBERACIÓN Imagen: “Cristo Redentor” en la cumbre del Corcovado, Río de Janeiro (Brasil)
jueves, 9 de abril de 2009
MANIFIESTO CL por el Terremoto en el centro de Italia
Pasión del Hombre, Pasión de Cristo
MANIFIESTO DE CL SOBRE EL TERREMOTO EN LOS ABRUZZOS
Una vez más un acontecimiento sobrecogedor nos ha herido en lo más profundo de nuestro ser. Tan sobrecogedor y tremendo que es difícil evitar preguntarse por su significado, pues supera enormemente nuestra capacidad de comprensión.
La cuestión es tan radical como incómoda. No podemos tratar de cerrar el asunto rápidamente, deseando pasar página cuanto antes para olvidar. No es razonable seguir siendo prisioneros de una emotividad que nos sofoca, y mucho menos desplazar la atención sobre posibles responsables.
La caridad inmensa, de la que se ha dado prueba en estos días como gesto espontáneo y que será necesaria sobre todo durante los próximos meses, cuando hará faltamás ayuda, indica que el olvido no es la única salida. Aun así, ni siquiera esta acción puede responder completamente a la apremiante pregunta que la experiencia de nuestra impotencia frente al terremoto
ha hecho plantearnos.
Hechos como este nos ponen delante del misterio de la existencia, desafiando nuestra razón y nuestra libertad de hombres. Desperdiciar la ocasión de mirarlo a la cara nos dejaría todavía más perdidos y escépticos.
Pero para estar delante del misterio de la existencia necesitamos algo más que nuestra solidaridad, aunque sea justa. Solos no podemos.
Una vez más en nuestra historia, la compañía de Cristo – que está en el origen del amor al hombre propio de nuestro pueblo – se revela decisiva: una compañía que da sentido a la vida y a la muerte, a las víctimas, a los supervivientes, nos da sentido a nosotros mismos, y sostiene la esperanza.
La inminencia de la Pascua adquiere, de estemodo, una nueva luz. «El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con Él graciosamente todas las cosas?» (Rm 8,32).
MANIFIESTO DE CL SOBRE EL TERREMOTO EN LOS ABRUZZOS
Una vez más un acontecimiento sobrecogedor nos ha herido en lo más profundo de nuestro ser. Tan sobrecogedor y tremendo que es difícil evitar preguntarse por su significado, pues supera enormemente nuestra capacidad de comprensión.
La cuestión es tan radical como incómoda. No podemos tratar de cerrar el asunto rápidamente, deseando pasar página cuanto antes para olvidar. No es razonable seguir siendo prisioneros de una emotividad que nos sofoca, y mucho menos desplazar la atención sobre posibles responsables.
La caridad inmensa, de la que se ha dado prueba en estos días como gesto espontáneo y que será necesaria sobre todo durante los próximos meses, cuando hará faltamás ayuda, indica que el olvido no es la única salida. Aun así, ni siquiera esta acción puede responder completamente a la apremiante pregunta que la experiencia de nuestra impotencia frente al terremoto
ha hecho plantearnos.
Hechos como este nos ponen delante del misterio de la existencia, desafiando nuestra razón y nuestra libertad de hombres. Desperdiciar la ocasión de mirarlo a la cara nos dejaría todavía más perdidos y escépticos.
Pero para estar delante del misterio de la existencia necesitamos algo más que nuestra solidaridad, aunque sea justa. Solos no podemos.
Una vez más en nuestra historia, la compañía de Cristo – que está en el origen del amor al hombre propio de nuestro pueblo – se revela decisiva: una compañía que da sentido a la vida y a la muerte, a las víctimas, a los supervivientes, nos da sentido a nosotros mismos, y sostiene la esperanza.
La inminencia de la Pascua adquiere, de estemodo, una nueva luz. «El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con Él graciosamente todas las cosas?» (Rm 8,32).
Comunión y Liberación
Abril de 2009.
Abril de 2009.
martes, 7 de abril de 2009
Emergencia Terremoto Italia
Atención: Emergencia Terremoto
Desde Paraguay tambien podemos ayudar donando con tarjeta de credito.
Fue mucha gente afectada, especialmente porque se les destruyeron sus casas.
Hasta el momento el unico manifiesto es el telegrama del Santo Padre en italiano.
Se puede seguir las actualizaciones por Il Sussidiario

Desde Paraguay tambien podemos ayudar donando con tarjeta de credito.
Fue mucha gente afectada, especialmente porque se les destruyeron sus casas.
Hasta el momento el unico manifiesto es el telegrama del Santo Padre en italiano.
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