Encontrarse y dialogar con un amigo que nos conoce bien siempre es una experiencia preciosa. Sobre todo cuando, como sucede con la acogida, la vida se ve desafiada, y la necesidad de significado, de ser educados y sostenidos, se hace más urgente.
Esto ha supuesto para nosotros encontrarnos con Julián Carrón durante estos años: una gran ocasión para experimentar su paternidad y su guía, en una relación que ha marcado nuestro camino y sostenido nuestros pasos.
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