domingo, 5 de agosto de 2012

Asamblea de la Caritativa: Testimonio de Antonia

Cuando inicié el gesto de la caritativa fue un camino propuesto en una compañía y lo inicié con alegría a pesar que en ese entonces más lo hacía por obedecer una autoridad que me guiaba: Don Danilo.
Empecé a entender que todo se puede estando en la compañía, reconocer esa iglesia que conformamos nuestro estar juntos me daba coraje a que mi libertad se jugara a cada instante y que cuando más me gustaba la caritativa se cambiaba de lugar y eso me educaba al desapego en mi vida. Comencé con el Coro MEMORARE por casi 3 años, fueron tiempos de mendigar, donde aprendí a convivir con el que es diferente de mi, y apreciar el abrazo de Dios a mi vida, porque estar ahí, no era precisamente por mi linda voz sino por SU misericordia.



Por indicación siempre de Don Danilo pasé al hogar de ancianos de Venezuela, luego Capiatá, y Luque. Venta de Revistas Huellas, Catequesis por cuatro años, voluntariado en la Clínica Divina Providencia hasta la fecha.

A medida que seguía yendo, con el tiempo, descubría que había mucho por hacer en mi vida y por construir mi persona. Y exigía de mi lealtad y fidelidad, eso era algo que sólo a mi me competía.
Busqué pretextos, excusas como todos que a medida lo confrontaba con una autoridad me descubría con muchos prejuicios y pretensiones, que el problema era yo.
Y la decisión de querer seguir sólo está en mí. Así aprendí a desear lo que es verdadero para mi vida y eso me hacía libre. Sin determinarme ya las circunstancias.
A medida que avanzaba abrazaba la gracia de entender que todo tiene un significado en la vida, que el dolor es parte de la vida y que a través del dolor de la cruz se llega a la luz, que cada día es morir para nacer de nuevo.

Eso enriquecía mi vida. Conviviendo con los demás sin desechar nada ni nadie. Sólo seguía como un niño.

Descubrí que hay momentos de personas en mi vida que Dios me pone en el camino para guiarme y despertarme de mi distracción. El respeta mi libertad y está en uno descubrir los signos. También de las personas que me puso como guía me enseñaba a desapegarme, para entender que lo que hago no es por los demás sino por Cristo.

Rescaté signos muy claros de mi experiencia en la clínica, a través de Fermina, enferma de sida, que por más de 4 años la acompañé y nació una amistad sencilla pero muy sincera, que nos ayudábamos juntas a sostenernos en el camino, compartíamos tristezas y alegrías, el rosario que nunca faltaba juntas. Había ido a su casa pero debía volver. Pendiente de su retorno siempre preguntaba cuándo volvería hasta que un día la noticia llegó. Fermina murió... se suicidó. Recuerdo que no pude llorar ese día, la recordaba con su alegría y me era impensable que pudiera haber tomado esa decisión. Bajé y me confesé en la misa. Pedí perdón a Dios por ella.
El mensaje de vida que me dejó ella, una hermana para mí, es que puedo perderlo todo en un segundo si no vivo la compañía, y no es cuestión de coherencia sino fidelidad en el camino.

Dionicio, enfermo de sida, casi 8 años lo asisto. Signo de lucha para mi vida. Mirarlo a él en los ojos en las condiciones que está parapléjico, sin hablar. Con su mirada expresa esa necesidad infinita de ser amado al igual que yo. Verlo así postrado en sus condiciones me exige responder mi día a día aunque sea arrastrada o mutilada.

Estando en mi día de voluntariado asistí recientemente a la misa de cumpleaños del Presidente Federico Franco con los enfermos y su gabinete en la clínica. Signo de caridad para mí. Odiado por algunos y admirado por otros, sin importar sus defectos, lo veía con una humanidad grande. Me pregunté ¿qué es ser Presidente de la República? pudiendo festejarlo en la realeza, sin embargo se jugó por lo verdadero.

En este momento de persecución política muy fuerte en mi trabajo colorados, liberales, ingenieros, abogados, técnicos, administrativos, ordenanzas puesto en los pasillos del Ministerio. Me exigía quitar un juicio en esta circunstancia.
Ver lo que el poder, el mal uso del poder puede hacer en una sociedad... arrasar a la persona.
Esto un signo para mí para desear vivir con seriedad esta compañía. Me pregunté ¿qué es el trabajo? no solo el lugar donde busco el pan material, lo temporal, sino el lugar que me ayuda a vivir y buscar lo eterno, ser mensajeros llevando a otros lo que he encontrado. Ser misioneros.

En esta experiencia de pasillo un abogado siendo del partido oficial puesto por sus colegas allí furioso me mira y me dice ¿y tú? ¿Por quién trabajas? yo con una serenidad sonreí y le dije por El de arriba indicándole con el dedo. Y se calló. En un momento dado esperó que nadie estuviera cerca y me preguntó si yo creía en que pueda haber personas que te hagan mal para que todo vaya mal a uno, como lo que le estaba pasando. Le dije que personas malas hay pero para eso uno debe rezar el rosario, sobretodo le dije siendo tu padre de familia.
Me contó que enseña a sus hijos a rezar a la noche pero que no sabía rezar el rosario. Le mostré como se hacía. Unos días después fue su cumpleaños, a pesar de que mi déficit económico le compré de S. Rafael una cruz para que tuviera en su casa. Sorprendido me agradeció y me dijo que lo colocó en la pieza de sus hijos. A otras dos compañeras por su cumpleaños igual gesto hice. Empecé a ver la necesidad y la carencia espiritual en los demás y que es nuestra responsabilidad atenderlos. El me decía aprendí mucho de tu persona, cosas que me cuestan vivir en silencio y resignación, y me impresiona que estando igual que nosotros te preocupas de nosotros, no de tu situación. Sin embargo, yo solo pienso en mí.

Un ingeniero que había demandado al Ministerio por esta circunstancia me preguntaba ¿y vos? ¿Qué vas a hacer? estás perdiendo plata ¿y no haces nada? le contesté que no todo es ganar plata en la vida, que hay algo que vale más que el dinero. Y por encima de todo está la dignidad de uno. Dios nos elige para estar juntos. Después de esto le pregunté a Jorge que corresponde y él me dijo: te sientas en la silla que te asignen y aprovecha de hacer escuela. Con el tiempo me di cuenta que era una gracia esta circunstancia pues me permite hacer escuela en mi vida con los que El me puso ahí en esa circunstancia. Algo muy distinto de hacer escuela en teoría.

Un chofer Narciso que también formaba parte del grupo me dijo Dios me da un golpe en la cabeza para que me despierte y me corrija de mis errores. Me olvidé de Él, formo parte de la Pastoral social y empecé a trabajar por ellos en la política y dejé de irme hasta en la misa. Caí en desgano, y yo que me creía gran cosa miraba a los demás por el hombro y aquí me ves. Ahora empecé de vuelta a irme y rezo por todos, no solo por mí, sino por cada uno que estamos aquí se haga justicia. Me conmoví al escucharle. Se repartía estampas grandes de la Virgen en la oficina, una compañera me regala el suyo, y yo pensaba en Narciso. Cuando vino le entregue y se rió diciéndome esas estampas yo hice traer de la Pastoral Social para que todos tengan.

Somos elegidos por EL. Nos elige y nos lleva de la mano por caminos que no elegimos y que nunca pensamos pasar.

Me hizo recordar lo que el P. Aldo nos dijo a mí y mis hijos cuando nos hacíamos cargo de la Casita de Belén por un tiempo, el tiempo que Dios nos pidió... que Todo lo que uno alcanza en la vida es pura gracia.

La caritativa me ayudó a crecer en actitudes profundas....Yo soy el pan de la vida....a desear saciar el infinito que aspira mi corazón. Y a enriquecer mi vida con experiencias que no se compran con plata, y una vez vivida ya nadie me lo puede quitar.

GRACIAS SEÑOR POR ESTA COMPAÑÍA!

ANTONIA CABRERA DE ESTECHE
ASUNCION _ PARAGUAY.

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