domingo, 16 de octubre de 2022

Carta del Cardenal Adalberto Martínez

 

Carta del Cardenal Adalberto Martínez por el centenario del nacimiento de Mons. Luigi Giussani


A los miembros de la Fraternidad Comunión y Liberación

    Hermanas y hermanos en Cristo:

    Me es grato saludarles y expresarles mis congratulaciones por el centenario del nacimiento del Siervo de Dios Don Luigi Giussani, padre y fundador de la Fraternidad Comunión y Liberación.

    “El acontecimiento cristiano, vivido en la comunión, es el fundamento de la auténtica liberación del hombre”, decía Don Giussani.

    El centenario de su nacimiento, es una oportunidad propicia para recordar su aporte a la Iglesia y hacer presente los valores del Reino de Dios en el ámbito de la educación y la cultura.

    Don Giussani enseñó y vivió un estilo y método para la educación: mostrar la pertinencia de la fe a las exigencias de la vida. Decía que la fe corresponde a las exigencias fundamentales y originales del corazón de todos los hombres. La persona educada en la fe se ve animada a asumir su responsabilidad social y su compromiso como ciudadano.

    Les invito a vivir con fidelidad y compromiso su espiritualidad y a aportar su carisma específico a nuestra Iglesia local y en el ámbito de la sociedad nacional.

    Los grandes desafíos que tiene la tarea evangelizadora de la Iglesia hoy en el Paraguay son del ámbito de la educación y de la cultura. El saneamiento moral de la nación requiere una fe comprometida, racional y pertinente a las situaciones de la vida, de todos los bautizados.

    En este año del laicado, les exhorto a que vivan su fe desde las exigencias de la vida en todos los ámbitos: social, político, económico, cultural, científico. Su aporte es fundamental para las profundas transformaciones que necesita el Paraguay.

    Invocamos la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y de María Santísima, que con las palabras del Siervo de Dios le decimos: “Virgen María, tu eres la seguridad de nuestra esperanza”.

    Fraternalmente,

Cardenal Adalberto Martínez Flores


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