El libro "Una revolución de uno mismo. La vida como comunión (1968-1970)" de don Giussani, editado por Rizzoli, se lanzó el 16 de julio. Con gratitud, presento estos textos de un periodo crucial en Comunión y Liberación (CL), entre 1968 y 1970, cuando la experiencia de don Giussani fue sacudida por los eventos del 68 italiano, lo que resultó en un renacimiento inesperado.
Desde 1965, Giussani participó en el Centro Cultural Charles
Péguy, que se convirtió en un espacio de profundización de la fe y continuidad
del movimiento iniciado en el liceo Berchet en 1954, evolucionando hacia lo que
sería Comunión y Liberación.
Entre 1965 y 1968, fueron años de experimentación y
configuración bajo circunstancias difíciles pero fructíferas. En septiembre de
1968, durante la Jornada de Apertura del Curso, Giussani evaluó los avances y
dio un nuevo impulso, definiendo la naturaleza del Centro Péguy y estableciendo
sus líneas maestras.
El libro incluye transcripciones de las lecciones de
Giussani entre 1968 y 1970, dadas en la Jornada de Apertura del Curso y en los
Ejercicios Espirituales. Estas páginas revelan la riqueza de su propuesta, cuya
claridad y radicalidad fueron decisivas en esos años y siguen siendo relevantes
hoy.
La Vida Cristiana como Comunión
Giussani redefine los objetivos y principios del Centro
Péguy, destacando tres pilares: la vida cristiana como comunión, la
colaboración con el mundo a través de la comunión vivida, y la organización del
centro según estos principios.
"La vida cristiana como comunión" implica la
implicación mutua de vidas en nombre de Cristo, basada en el acontecimiento
cristiano y la potencia del misterio de Cristo. Esta comunión se expresa en el
"Cuerpo Místico de Cristo", una idea central en la visión de
Giussani.
Giussani enfatiza que el misterio de Cristo se concreta en
las relaciones cotidianas, manifestándose en nuestra comunión, que refleja el
misterio de la Iglesia. La propuesta de Giussani se enfrentó a las limitaciones
de la Iglesia de su tiempo, destacando la necesidad de una experiencia
cristiana auténtica y vivida.
Relevancia Actual
La propuesta de Giussani sigue siendo poderosa y relevante
hoy, frente a nuevas formas de individualismo y las laceraciones del tejido
social. Solo un cristianismo fiel a su naturaleza puede ofrecer esperanza a una
humanidad cansada y en búsqueda. La vida cristiana como comunión es el terreno
donde se verifica la promesa de Cristo, ofreciendo una fe que transforma vidas.
Giussani subraya que esta comunión no es intimismo, sino la esencia de la vida
cristiana, fundamental para su ontología.
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